Se me ha roto un diente o muela ¿Qué hago?
Las fracturas dentales son muy comunes en el mundo de la odontología y las principales causas son golpes por caídas u objetos, traumatismos deportivos, actividades físicas de ocio y fracturas por accidentes automovilísticos. Muchos de estos traumatismos afectan a los dientes anteriores y con mayor frecuencia a los incisivos centrales superiores, comúnmente conocidos como “paletas”.
A nivel estadístico se muestra que una cuarta parte de todos los niños en edad escolar y casi un tercio de los adultos han sufrido alguna vez un traumatismo dental.
Casos típicos de rotura de diente
Existen diferentes motivos por los que un diente puede romperse o fracturarse. Debe quedar claro que no solo los impactos provocan una fractura de una pieza dental, ya que en casos en los que el estado bucal no es óptimo o se ha descuidado la higiene oral también existe la posibilidad de sufrir fracturas o incluso la pérdida de un diente.
Las causas más habituales de una fractura dental son:
- Caries dentales muy extensas
- Descalcificación del tejido del diente
- Impactos o traumatismos en la parte de la mandíbula o boca
- Bruxismo: el paciente tiende a apretar los dientes o “rechinar”
- El desgaste del esmalte dental causando sensibilidad
- La forma de la sonrisa del paciente; si tiene los dientes demasiado apiñados o juntos con proyección hacia adelante tiene más riesgo de fractura por golpes, ya que en estos casos no hay protección del labio.
Tipos de fracturas
Los diversos tipos de fracturas se pueden clasificar dependiendo de las estructuras que se han visto afectadas por el traumatismo. Aunque existen varias clasificaciones normalmente las agrupamos en tres grandes grupos
Lesiones de tejidos dentales y pulpares:
- Grietas en el esmalte sin pérdida de estructura dental
- Fractura de diente en la parte de la corona: se dividen en fractura de esmalte (lesión leve), o fractura de esmalte y dentina (lesión moderada), o bien fractura complicada que abarca esmalte, dentina y pulpa dentaria (lesión severa).
- Fractura a nivel de raíz, que derivan en la pérdida de la pieza siendo necesario realizar la extracción de la misma.
- Fractura parcial de la corona y la raíz
Lesiones del ligamento periodontal:
- No se observa movilidad ni desplazamiento de la pieza, existe dolor que suele remitir con analgésicos
- Desplazamiento dental
- Subluxación (movilidad)
- Avulsión (más comúnmente como pérdida del diente)
Lesiones óseas:
- Fractura de la pared que soporta el diente
- Fractura de maxilar o mandíbula.
¿Qué hacer en caso de que se rompa un diente?
Hoy día existen diferentes opciones de tratamiento para la fractura de una pieza dental.
En primer lugar, será necesario acudir a nuestra clínica dental para que el profesional pueda valorar los daños y llevar a cabo la mejor opción de tratamiento para cada caso.
Si la rotura de la pieza dental es pequeña, se puede resolver de dos opciones:
- Rellenar la zona que ha sido dañada con una reconstrucción (empaste)
- Utilizar una carilla dental para cubrir la parte afectada
Si la rotura del diente es grande, la posible solución pasará por saber si existe o no algún daño en la raíz. Normalmente, el tratamiento será colocar una corona en la pieza afectada con la que se restaure la forma del diente.
Si existen daños en la raíz, será necesario endodonciar la pieza antes de poner la corona, aunque en algunos casos, dependiendo de hasta donde abarque la fractura a nivel de raíz, será necesario hacer la extracción de la pieza y colocar un implante.
¿Cómo actuar ante la avulsión (pérdida) de la pieza dental?
En el caso de dientes temporales
Los dientes de leche avulsionados nunca deben reimplantarse ya que, podría afectar al desarrollo de los dientes definitivos.
En el caso de dientes definitivos
- Sujetar el diente por la corona (la parte más blanca y parte exterior de la pieza en boca), nunca por la raíz (la parte más amarilla y escondida en el hueso).
- Lavar el diente con agua durante 10 segundos, en caso de que esté sucio. No rascar ni frotar la raíz ni la corona.
- Reposicionar y reimplantar el diente en el alvéolo dental.
- Morder un pañuelo haciendo presión para mantener el diente en su posición hasta llegar a la consulta dental.
- En caso de que no se pueda reimplantar el diente, ponerlo en un vaso de leche o en suero salino, ya que debido a su pH son los medios más adecuados para mantener con vida las células del ligamento periodontal.
- Si en el lugar del accidente no se dispone de suero o de leche, se puede guardar el diente en la boca, en el interior de las mejillas hasta llegar al dentista. En niños menores de 2 años, el adulto podría llevar el diente en el interior de su boca.
- Evitar guardar el diente en agua más de 20 minutos, pues provoca reabsorciones de la raíz. Es el medio de transporte menos adecuado.
Conclusiones
Es muy importante considerar que toda lesión dental causada por algún tipo de traumatismo ocurrida en dientes temporales o “dientes de leche” comúnmente conocidos, puede generar diferentes secuelas en los dientes definitivos que están en desarrollo, y que estas secuelas se manifiestan al paso de los años. Por tanto, es muy importante llevar a cabo el tratamiento que nuestros especialistas nos recomienden ya que de no ser así hay riesgos de que la pieza definitiva quede afectada de manera irreversible.
El éxito o el fracaso de dientes que han sufrido un traumatismo dependerá del tipo y del momento del tratamiento inicial. Además, el pronóstico dependerá en gran medida del tipo de lesión a causa de tal traumatismo.
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